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Desde hace unos años, Vitoria-Gasteiz se convierte en una ciudad especial a mediados de julio. De la inquietud de unas personas, guiadas por Iñaki Añúa, se celebra el Festival de Jazz. Este año cumple 37 años, que se dice pronto. Casi nuestra edad. Desde el inicial Polideportivo de Landázuri hasta el actual Polideportivo de Mendizorrotza, con muchos otros escenarios por toda la ciudad, Vitoria-Gasteiz se convierte en atractivo para muchísima gente que se desplaza hasta nuestra ciudad.

Lo cierto es que este tipo de eventos es todo un reclamo para el conjunto de la ciudad. La cultura, como también el deporte, une a muchas personas de diferentes sitios, siendo de un interés turístico tal que toda Vitoria debiera prepararse para ello y, beneficiarse, en la medida que sea posible. Vitoria-Gasteiz en estos días es más que jazz y sus calles, sus plazas, sus recursos turísticos y también el sector de la gastronomía debe estar preparado para dar la mejor imagen de ciudad posible. Es como un pequeño reto extra al que nos enfrentamos, un nuevo impulso que se suma al que realizamos cada día.

¿A qué queremos que «sepa» el jazz? Nuestra apuesta es a descubrir que Vitoria-Gasteiz tiene también atractivo gastronómico. Que no es una mera ciudad de un territorio reconocido gastronómicamente como lo es Euskadi. Que en Vitoria-Gasteiz también hay talento, ideas y propuestas gastronómicas con personalidad. Quizá no tengamos esa imagen referente en las artes culinarias pero en esta ciudad se puede comer (y beber) muy bien. Para nosotros es todo un reto lograr que esas personas que disfrutan por las noches escuchando jazz, puedan al mismo tiempo disfrutar de nuestros platos y nuestro servicio al cliente. Ojalá este año sea ese momento en el que reflexionemos sobre lo que es la gastronomía alavesa y vitoriana porque nos falta aún mucho reconocimiento, muchas referencias y muchas ilusiones como las tiene el proyecto del Festival de Jazz. Buen provecho y sed bienvenidas y bienvenidos.

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La foto es de nuestro amigo Paulino Oribe